El estilo fotográfico «Provoke» surgió en Japón a finales de la década de 1960, específicamente en torno a la revista de arte y fotografía del mismo nombre, «Provoke». Este movimiento fue una reacción contra las convenciones establecidas en la fotografía japonesa de la época y se caracterizó por su enfoque experimental, subjetivo y a menudo provocativo.
Los fotógrafos asociados con el movimiento Provoke, buscaban explorar las emociones y la psicología del individuo en una sociedad en rápida transformación. Utilizaban técnicas como la fotografía callejera, el alto contraste, el desenfoque, los encuadres inusuales y la impresión en blanco y negro para capturar la alienación, la ansiedad y la dislocación que sentían en la sociedad japonesa de la posguerra.
Una de las características distintivas del estilo Provoke es su enfoque en la experiencia subjetiva del fotógrafo y del sujeto, a menudo transmitiendo una sensación de desconcierto o inquietud. Las imágenes a menudo eran borrosas, granuladas o tomadas desde ángulos inusuales, lo que añadía una sensación de urgencia y espontaneidad.
El movimiento Provoke tuvo una influencia duradera en la fotografía contemporánea no solo en Japón, sino también en todo el mundo, al desafiar las convenciones establecidas y abrir nuevas vías de expresión artística en el medio fotográfico. Su legado sigue siendo evidente en el trabajo de muchos fotógrafos contemporáneos que continúan explorando la relación entre la fotografía, la sociedad y la subjetividad humana.























Deja una respuesta