

Hace años, estando yo en unas jornadas de fotografía en la Isla San Simon, se inauguraba una exposición. Cuando vi las fotos, no puedo negar que me impresionaron, eran «muy cañeras», transgresoras…!una pasada¡. Eran de un tal Alex no sé que más… estaba yo deseando conocer al autor de semejante provocación. Entonces entra una chica rubita, joven, muy mona, que contra todo pronóstico, resultó ser la autora. Tardé un rato en reaccionar, por más que la miraba, no me lo creía. Pero había conseguido lo que buscaba, provocar una reacción en el espectador, desafiando normas estéticas y sociales. Desde ese día he seguido todo su trabajo, y a día de hoy aún no me ha defraudado.
Pero juzgarlo vosotros mismos.

¿Desde cuando te interesa la fotografía?
Me reconozco como una persona pizpireta que funciona por impulsos desde los 8 años, cuando en mi primera comunión me regalaron una Polaroid instantánea.
A partir de ahí, mi mirada fotográfica me acompaña allá donde voy, aunque no lleve cámara, pues creo firmemente que la Fotografía no es un acto mecánico, sino emocional.
¿Qué significa para tí la fotografía?

La fotografía es el soporte donde expreso mis emociones y mi discurso, y lo hago honestamente desde la motivación, la curiosidad y la autocrítica.
Un instrumento al servicio del alma, que a veces se configura como un grito, otras veces como un manifiesto y otras, como una provocación.
La fotografía es una actitud ante lo que observas. Las imágenes van más allá del proceso, de la cámara, del objetivo, del software que utilices; de hecho, controlar todo eso, no facilita la comprensión de las imágenes. Las conclusiones corresponden siempre al espectador, porque creo que la fotografía pertenece a quien la mira, y esa subjetividad impuesta me fascina, seduce e invita a conocer nuevas resignificaciones de mi trabajo.
Esa retroalimentación y exposición ante miradas que no es la mía propia, me resulta conmovedor y fascinante. Me hace sentir viva.

¿Qué fotos haces tú?
Echando la vista atrás observo que, aún sin haberlo querido, mis imágenes tienen un hilo conductor común: exorcizar mis demonios. Siempre he creído que la determinación y el miedo no son compatibles. O te quedas quieta o te decides, aún sabiendo que no siempre hay red que pueda ampararte… Esa es mi fotografía.
Me gusta pensar que mi trabajo es una bofetada de realidad. Que busca la complicidad frente a historias que no siempre son visibles, o sí lo son pero pasan de soslayo al no querer enfrentarnos a ellas. Me gustan las historias que me dejan sin palabras, y esas, generalmente, están ligadas a la superación de conflictos. Imágenes que sepan captar muy bien el silencio o la intimidad.
¿Y cuáles son tus referentes?
Creo firmemente en la frase “todo es interesante, desde tu propia habitación”, como decía Cartier Bresson. Las historias están ahí, dispuestas a ser encontradas, solamente basta con tener los ojos bien abiertos; vivir con curiosidad.

Estamos rodeados de posos culturales: la arquitectura de nuestras calles, los conciertos de música a los que asistimos, la pintura renacentista que hemos conocido a través de los libros escolares… Todo ello, la vida misma, me inspira, y a veces tengo la suerte de encontrar en ella historias que consigo plasmar en imágenes.
En cuanto a autores, me gusta nutrirme de diferentes escuelas y estilos, aunque, sin duda, mi fotógrafo de cabecera es Helmut Newton, experto en mostrarnos una sensualidad exquisita y abrumadora.
También Joel Peter Witkin, avezado en mostrarnos universos macabros y excelsos, o Diane Arbus, quizá la primera mujer “cronista de los freaks”, que cambió la definición de la fotografía, desafiando por completo los conceptos de belleza…
Actualmente, que me estoy atreviendo con el color, mi fotógrafo redescubierto es Eugenio Recuenco, el fotógrafo pictorialista por excelencia, que me impacta y maravilla en cada imagen.
Pero la lista es larga… Hay muchos fotógrafos de diferentes épocas que se han dedicado a modalidades fotográficas muy variadas y cuya pasión, huella y estilo me interesan profundamente.
Por último, ¿Qué buscas en la fotografía?
Seguir manteniendo una mezcla de paciencia, curiosidad y valentía.
Buscar nuevas direcciones, arriesgarme a romper las reglas y no tener miedo a la decepción.

Malandanza
Malandanza es una denuncia al estado actual del arte en España, en el que han querido intervenir artistas de diferentes ámbitos (pintores, escultores, bailarines, deportistas, músicos, etc), caracterizados bajo esa atmósfera decadente del circo de los años 20, con una finalidad concreta: hacer alusión al desabrigo que sufre el arte, en todas sus disciplinas.














Bío:
Reconocida por el carácter transgresor y explícito de sus imágenes, esta fotógrafa coruñesa, distinguida como “Fotógrafa Emergente Gallega 2015”, ha dado el salto al panorama artístico internacional con su proyecto “Mama Mía, otras miradas al cáncer de mama”, en el que explora el desafío, el empoderamiento y la sensualidad a través de una mirada optimista, y que le ha valido la Medalla de Oro de la Confederación Española de Fotografía y la presencia en publicaciones destacadas, como Dodho Magazine. Portraits of the Year 2025.
Instituciones prestigiosas como Photoespaña, el Hospital Universitario Ramón y Cajal, Fundación Abanca o diferentes Museos avalan la trayectoria de esta artista, cuya obra se centra fundamentalmente en documentar historias con una narrativa visual potente y emocional, donde el cuerpo es utilizado como una herramienta de denuncia, reflexión y hartazgo.
Acostumbrada a la censura de las redes sociales por el carácter rotundo y expreso de su obra, Alex es capaz de narrar una historia sin escribir una palabra, ofreciéndole al espectador la opción de enfrentarse a sus propias cicatrices, miedos o fantasías; utilizando para ello a modelos a los que gusta de desafíar, pues piensa que siempre se puede dar más de lo que se ofrece aparentemente.
Actualmente se encuentra exhibiendo su último proyecto “Malandanza”, donde otra vez, a través de una mirada incisiva y sin tapujos, subraya el desabrigo existente en el mundo del arte, bajo una estética circense que busca la provocación, el cuestionamiento y el examen de la realidad.
Viajera impenitente, colabora con instituciones y revistas digitales de viajes, donde a través de textos e imágenes, traslada su curiosidad y su pasión por la naturaleza y el descubrimiento continuo.

